Cantan en un anuncio de detergente que un tal Paco se levantó una mañana, puso la lavadora, y no se murió. Resulta que yo tampoco. Antes las lavadoras sólo tenían una rueda que giraba y un botón, ahora hay 20 programas de lavado y un rosario de teclas que no se sabe para qué sirven. La mía tiene una fila de luces rojas intermitentes y cuando centrifuga parece una nave espacial a punto de lanzarse a las estrellas dejándome un boquete en el techo. Pero esta mañana he hecho la colada, y aquí estoy. Programa corto. Suciedad normal. Agua fría. Planchado fácil. 900 revoluciones. Jabón de Marsella y suavizante concentrado de melocotón en sus respectivos compartimentos. Aunque a algunos les cueste creerlo. Ya sólo me falta aprender a planchar en condiciones y a coser para ser una persona de provecho y dejar a mi madre respirar.
SEREMOS GATAS, DE ACUERDO, SEREMOS GATITAS SI SE EMPEÑAN, PERO CON ALAS. IMAGÍNATE, LAS MUJERES Y LAS GATAS EN CASITA, RONRONEANDO Y LAVÁNDONOS LA CARA TODO EL RATO, QUÉ MÁS QUISIERAN ELLOS. PERO NOSOTRAS NO, NOSOTRAS VAMOS A VOLAR.
"Regiones devastadas" Enriqueta Antolín
"Regiones devastadas" Enriqueta Antolín
martes, 27 de noviembre de 2007
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
2 comentarios:
Buf, no esta mal el curso de lavadora.. Para cuando uno de "croquetas making"????
Si quieres yo plancho...
Publicar un comentario