Hace unos días las flores tomaron las calles: margaritas y claveles y rosas y gladiolos y hasta terribles flores de plástico. Crisantemos, siempre crisantemos. Son las fechas en que la gente come huesitos de santo y castañas asadas y se acuerda de que hay muertos en los cementerios. Y es triste que las flores se pudran en los jarrones y se borren los nombres sobre las lápidas, pero también lo es que existan personas que no entiendan que hay lutos que se llevan por dentro y que duelen más que todas las blusas negras y las misas por la salvación de las almas. Para muchos lo que queda de un ser querido no está detrás de una pieza de granito finamente pulido, sino en una silla vacía, el hueco de una almohada, ceniceros rotos recuerdo-de-algún-lugar que nadie tira. Guitarras que no han vuelto a sonar.
SEREMOS GATAS, DE ACUERDO, SEREMOS GATITAS SI SE EMPEÑAN, PERO CON ALAS. IMAGÍNATE, LAS MUJERES Y LAS GATAS EN CASITA, RONRONEANDO Y LAVÁNDONOS LA CARA TODO EL RATO, QUÉ MÁS QUISIERAN ELLOS. PERO NOSOTRAS NO, NOSOTRAS VAMOS A VOLAR.
"Regiones devastadas" Enriqueta Antolín
"Regiones devastadas" Enriqueta Antolín
domingo, 4 de noviembre de 2007
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