He comprado dos kilos de cerezas para celebrar que ya estamos en mayo: no me había dado ni cuenta con este tiempo de perros, y aunque si asomo la nariz por la ventana sigue oliendo a tierra mojada y a las fulminantes tardes inglesas, me han entrado ganas de pintarme las uñas de los pies de rojo putón y tirarme en el césped a beber vino barato y sobre todo de recoger una tonelada de rosas, de arrancar los rosales con saña, asaltar los jardines indiscriminadamente para escapar con los brazos arañados y un trofeo de flores flácidas (que no quede ni una)… la primavera tardía siempre es periodo de intensidad y de prisa por llegar a ninguna parte, pero después sólo deja una resaca de pétalos mustios y versos ponzoñosos, oro, lirio, clavel, cristal luciente, por eso me voy a pegar un atracón de cerezas mientras maldigo a todos los poetas muertos. Y a los vivos, también.
SEREMOS GATAS, DE ACUERDO, SEREMOS GATITAS SI SE EMPEÑAN, PERO CON ALAS. IMAGÍNATE, LAS MUJERES Y LAS GATAS EN CASITA, RONRONEANDO Y LAVÁNDONOS LA CARA TODO EL RATO, QUÉ MÁS QUISIERAN ELLOS. PERO NOSOTRAS NO, NOSOTRAS VAMOS A VOLAR.
"Regiones devastadas" Enriqueta Antolín
"Regiones devastadas" Enriqueta Antolín
viernes, 23 de mayo de 2008
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